domingo, 4 de noviembre de 2012

¡El mundo que vemos es el que miramos!  
Física cuántica, la otra realidad.

Los últimos descubrimientos de la ciencia acerca de las partículas subatómicas han deparado grandes sorpresas a los científicos. El comportamiento de estás partículas desafía las leyes de la física tradicional y pone en cuestión muchos axiomas aceptados hasta ahora.  Cuando Einstein comenzó a estudiar el comportamiento de las partículas que otros colegas habían descubierto formulo una pregunta que me gusta mucho citar: "¿está entonces la luna cuando no miras?. 
A pesar de su capacidad intelectual Einstein murió sin estar convencido de que los descubrimientos sobre la física cuántica no tuvieran una explicación "razonable" con los fundamentos de la física tradicional.
El había dicho que nada podía viajar a mayor velocidad que la luz (300.000 km por segundo), pero ahora se cuestionaba dicha afirmación con los nuevos descubrimientos.

Principales particulariades de la física cuantica.

1.- Superposición: Esta propiedad permite que las partículas tengan dos estados al mismo tiempo y que estén en dos o más lugares simultaneamente. Un fotón puede estar en un extremo de la galaxia y en el opuesto.

2.- Entrelazamiento: Cualquier modificación del objeto se reproduce de forma instantánea en el superpuesto, independientemente de la distancia. Esto choca con la física tradicional y la relatividad de Einstein, ya que no existe tiempo alguno de respuesta. No hay "viaje" ni distancia, ni tiempo.

3.- Interacción del observador: Los fenómenos que se producen en las partículas desaparecen al observarlas, al interactuar con ellas. Podríamos decir que nuestro mundo, el que observamos, es simplemente la información que recibimos de un hecho constatado. Todo lo que vemos en realidad no existe es la información que recibimos por nuestra interacción con las partículas de las que estamos formados.

Es un tema tan apasionante y con tantas posibles interpretaciones que es mejor que veáis algunos vídeos que sin duda os dejaran enganchados para siempre. Pero, cuidado con lo que miráis, ahora nunca estaremos seguros de nada.


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