
"Marina ha fallecido en acidente esta mañana, lo siento mucho"
Empujó su silla hacía atrás conmocionado. Sacó el billete y miró la fecha:
-MAD/VIG 13:30 06/05/2011
mañana habría conocido a la mujer de su vida. Se le humedecieron los ojos...
Acercándose de nuevo revisó los mensajes de su muro, aún no podía creerlo. Abrió su grupo de amigos entre los que estaba Claudia. No había mensaje alguno sobre el fallecimiento de Mariana. Sorprendido y con un inmenso pesar decidió llamar a su teléfono:
-Buenas tardes Sergio, soy Claudía, siento mucho lo que ha pasado, era mi amiga del alma.
-¿Claudía? -preguntó- ¿Como tienes el teléfono de Mariana?
-Después del acidente recogí sus efectos personales, sabes que no tenía a nadie más -el tono de voz le resultó forzado, la pronunciación de la palabra accidente, familiar-
Cuando se disponía a cerrar la red social se percató de algo que le había pasado inadvertido:
Mariana siempre se comía la segunda c en algunas palabras y eso es lo que le hizo sospechar. Se puso en contacto con el Tanatorio y la Policía local de la ciudad de Mariana. Nadie sabía nada acerca de algún accidente o fallecimiento ese día.
Su cita de mañana, el encuentro previsto, el deseo de tantos meses, cara a cara, provocó el suicidio virtual de su amada.
Pensó entre lagrimas, si sería el único, si sería el primero. Su insistencia por conocerla había matado el amor de su vida. Escribió un último mensaje en su muro:
"Claudia, no puedo evitarlo, a pesar de todo, te quiero", después borró su perfil para siempre.
"Relato de Mario Sender inspirado en una historia real"
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